sábado, 25 de julio de 2009

XX CUADRANTE .- un cuento para mi ciudad

A continuación comparto con ustedes un cuento. Espero sus comentarios:



XX CUADRANTE

 El XX cuadrante es un sector inhóspito e inexplorado, debido a su terreno muy irregular y los fuertes sismos que lo sacuden constantemente. La limitada e imprecisa información obtenida hasta el momento ha sido vía aérea y con extrema dificultad, por las persistentes tormentas de nieve propias de este paisaje.

En ese frío y remoto lugar, en el extremo norte del planeta, se encontraba el profesor Ramiro Esteban Iturralde Valarezo; un reconocido expedicionario e investigador. A quien la ciencia había recurrido por haber encontrado, según algunas tomas aéreas,  pistas sobre un tipo de civilización en este sector.

 El seguimiento climático y geológico que había realizado el Profesor Iturralde, determinó que en los últimos 25 años habían disminuido los sismos y que por el calentamiento global, el clima de la zona, se había visto afectado radicalmente. Sus hielos eternos habían empezado ha desprenderse y descongelarse.

 El profesor Iturralde esperó años de años este llamado y la oportunidad de poder explorar aquellas tierras. Recopilar información y mostrar al mundo su teoría geológica del planeta. Estaba convencido de tener mejor suerte que otros exploradores que habían perdido la vida tratando de salir del feroz XX cuadrante. Esta vez las condiciones eran favorables.

 La expedición fue conformada por un equipo de 6 científicos más el Profesor: un geólogo, una antropóloga, dos paleontólogos y un Vulcanólogo. Con provisiones y maquinaría de exploración se adentraron vía terrestre.

 Mientras se internaban en el desconocido cuadrante, el Profesor Iturralde se fascinaba con el paisaje que observaba. Infinitas y grandes montañas de hielo y nieve apiladas una tras otra. No se explicaba las afirmaciones hechas sobre “civilización” en un terreno tan vacío de vida. Empezaba a considerar erróneas aquellas afirmaciones.

 Sin embargo, continuó con su equipo de científicos levantando información por algunas semanas. Yendo y viniendo por tierra desde el campamento base, ubicado fuera del cuadrante. La desinformación de los vientos le impedían penetrar por aire y pese al tiempo recorrido de exploración aun no habían llegado a los supuestas pistas de la civilización.

 En un día normal, en uno de aquellos días que se cree ya tener el control de lo desconocido, el profesor encabezaba su vigésima primera excursión al cuadrante. Esta vez en una zona no explorada. Mientras hacia su rutina de mediciones y recolección de información, de lo más profundo del suelo, surgió un estruendo ensordecedor he hizo temblar la tierra como nunca antes lo había sentido el profesor.

 Fueron segundos en los que las montañas literalmente se abrieron y en el piso se formaron enormes y profundas grietas. El Profesor Iturralde y sus científicos trataron de buscar refugio, en un intento desesperado por escapar de la muerte. Se formaron avalanchas de nieve desde las montañas hacia los valles. Solo se escuchaba el desplazamiento del veloz monstruo blanco colina abajo. Hasta que quedó todo en absoluto silencio.

 El profesor desconcertado por lo ocurrido se incorporó y no pudo dar crédito a lo que sus ojos observaban. A una distancia segura de él y de su equipo, la avalancha se había detenido; gracias a una grieta abierta en frente de ellos. Al profesor no le sorprendió el hecho de salvarse de una muerte segura, sino de ser capaz de observar por primera vez tierra. Tierra oscura, sólida y sin hielo la misma que no pudo obtener con su maquinaria por lo profundo de las capas glaciares.

 Tan pronto se recuperó de aquel incidente volvió al sector con otra expedición. Los ojos del profesor estaban iluminados con la sed de la curiosidad. Quería saber que le podían decir esas rocas, esa tierra viva. Poder confirmar o negar su teoría.

 Una vez que llegó a aquella grieta, el profesor pudo ingresar a las entrañas del XX cuadrante.  No contuvo su emoción y se puso a cavar con sus hombres. Conforme lo hacían, poco a poco empezaron a surgir vestigios estructurales, una especie de ruinas de varios miles de años. Ruinas acompañadas de osamentas y una serie de artefactos y formas desconocidas para los científicos.

 El profesor Iturralde trataba de comprender y entender el por qué de aquellas ruinas en un lugar tan lejano e inhóspito. Qué tipo de civilización pudo vivir en este sitio.

 Las investigaciones continuaron con pruebas y análisis a dichas ruinas y osamentas. La información que se generaba entorno al hallazgo era abrumadora.

 Se determinó, por pruebas a las osamentas, que dicha civilización databa de hace unos veinte mil años. Además de ser una civilización avanzada que manejaba a la perfección materiales tales como metales y plásticos al más alto nivel. Una organización social compleja y jerarquizada.

 El nombre de dicha civilización, ubicada hoy por hoy en el XX cuadrante, la debemos al profesor Ramiro Iturralde, que en aquel primer día de búsqueda dentro de la grieta encontró varios discos metálicos y pesados.  En estos discos estaba grabado la imagen de una mujer pisando una culebra. Y en su contorno, también grabado en idioma nativo, pero ahora descifrado, lo siguiente: “I. Municipio de Quito”.

 Aún no sabemos lo que quiere decir la “I”. Pero la teoría geológica del profesor era cierta. En algún momento el XX cuadrante no fue un polo, sino el centro exacto de nuestro planeta.

 

reiv/09

5 comentarios:

  1. Esa es buen cuento Reiv, buena ficción como para hacerce cancion jaja siga con su pequeño rincon WEB

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  2. Buena historia! Y por suerte algunos tenemos el gusto de vivir en la ciudad de la mujer que pisa la culebra.

    Saludos!

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  3. Ismaelo: pai gracias por el apoyo

    Nat: sí que sí! salud por eso!

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  4. buen cuento amigo de color..

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  5. me gusto el final de la historia.

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